PA5. ARQUITECTURA DE CINE

Mon Oncle es una película de Jacques Tati que fue estrenada en 1985 y rodada en Francia, esta dura 120 minutos y se trata de una película de comedia.

Gracias a su maravilloso resultado, ganó el Óscar a la mejor película extranjera de ese año. Esto no habría sido posible sin su gran reparto: Jacques Tati, Jean-Pierre Zola, Adrienne Servantie, Lucien Frégis, Betty Schneider, Jean-François Martial.

Durante toda la película se hace una comparación entre la vida en la ciudad y en los complejos de las afueras, tratando de transmitir al principio que en la casa moderna de la familia protagonista conviven el orden y la perfección en todo momento, en contra del desorden y el entorno ajetreado de la ciudad dónde vive el tio.

Sin embargo, a lo largo de la obra se muestran marcas de que lo nuevo también tiene sus problemas y por lo tanto no es tan perfecto (el problema de la fuente), y esto acaba por revelar también la identidad de la familia, la cual trata de tener controlado al hijo para que este no acabe con el orden en la misma, acudiendo a su tio.

Si nos centramos en el hogar de este último, podemos observar que es claramente más desordenado que la casa moderna. Este se trata de un piso en la ciudad el cual se encuentra en la cima de la finca y para acceder a él se deben de subir varias escaleras, lo cual puede ser incómodo si otro inquilino se cruza en la escalera, debido a su pequeña anchura.

Una vez dicho esto, puedo interpretar que el mensaje de la película se corresponde a que una imagen perfecta, con orden y tecnología punta, puede presentar los mismos inconvenientes que una más humilde. Por lo tanto ninguna de las dos imágenes es más que la otra, y no por tener una vivienda más moderna a nivel de diseño y dispositivos va a ser esta más funcional que una vivienda más tradicional y humilde.

Este mensaje cobra su sentido en el momento en que la fuente de la entrada de la vivienda de la familia empieza a fallar, ya no solo por este adorno en sí, sino a su vez por las dificultades que tienen los invitados para moverse por los jardines, ya que las baldosas que permiten no pisar el césped se encuentran separadas.

Gracias a estos sucesos podemos ver como esta casa tan innovadora, o al menos la presenta así la familia que reside en ella, es poco funcional y tiene fallos, a pesar de su bonito diseño. Y también al final de dicha escena, se puede apreciar como ya tanto los invitados como los dueños de la casa pasan de tratar de cuidar el jardín a pisarlo para poder moverse, acabando con el orden que tanto querían mantener los dueños de la vivienda.

Ya tras esta escena le siguen otras que afirman más esta idea como la de la puerta de la entrada a la casa que se rompe al abrirla el tío y el fragmento donde se instala una nueva puerta para el garaje y el sensor para abrirla, al encontrase fuera, no permite salir a los padres de la familia del garaje.