A lo largo de la historia, el ser humano ha tardado de mostrar al mundo sus capacidades técnicas con tal de enorgullecerse de las mismas. Para ello, utilizaban ámbitos como la arquitectura.
Un ejemplo de esta manera de reflejar la grandeza de un territorio, lo encontramos en el Imperio Romano, dónde se construyeron numerosas construcciones dedicadas a las victorias en la guerra, tales como los arcos del triunfo. Los cuales, no tenían una función muy importante a nivel social, más allá de lo anteriormente comentado. Destaca el Arco de Tito, situado en Roma, el cual tiene sólo una abertura y el interior del arco está compuesto por casetones y en los laterales se encuentran 2 relieves, uno escenifica cómo se llevó a cabo el saqueo del territorio conquistado y el otro presenta al emperador triunfador, Tito, siendo recibido en este territorio.
Varios siglos después, Napoleón recuperaría este estilo de construcciones, creando entre ellas la más conocida, el Arco del Triunfo en París.
Un claro ejemplo de estas estructuras megalómanas en España es el Valle de los Caídos, el cual fue construido durante la dictadura de Francisco Franco con la intención de mostrar la influencia de la Iglesia en la sociedad española. Esta construcción destaca por su gran cruz, la cual es la más grande del mundo, y este espacio estaba reservado para el lugar de descanso de los restos del dictador, José Antonio Primo de Rivera y casi 34.000 víctimas de la Guerra Civil.
Por otro lado, esta construcción no se encuentra en buen estado y no se está intentando corregir esto debido al gran peso moral que supondría ya que el tema de la Guerra Civil sigue estando muy reciente en el país.
La arquitectura también sirve para mostrar el poder económico de una nación, y es por esta razón que se construyó el Burj Khalifa, el cual es hasta la fecha el edificio más alto jamás construido.
Después de todo esto, puedo afirmar que la arquitectura sobrepasa las barreras del alojamiento en muchos casos, siendo también patrimonio cultural e histórico y seña de identidad de un territorio. Gracias a ella se puede reconocer una nación, y las experiencias de la misma.
Asimismo, me parece una gran forma de hacernos ver como crecemos a nivel tecnológico, económico y social. Al fin y al cabo la arquitectura se encuentra en el borde de las artes, y como arte que es, supone una forma de expresarse, en este caso, muy visual y espectacular.